Crónica del VII. |
.Congreso de EEOOII |
.. Texto: Patxi Telletxea |
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Madrid 31 de marzo, 1 y 2 de abril de 2011 Acudimos más de 500 profesionales de las EOI de todo el Estado a Madrid. Estábamos convocados por las compañeras y compañeros de las escuelas de Madrid a celebrar el VII Congreso Estatal de EOI. Y lo celebramos a lo grande. Lo primero a señalar, el ímprobo esfuerzo que tuvieron que realizar los compañeros de Madrid al no contar con el apoyo de la Consejería de Educación autonómica. Ellos tuvieron que apechugar con todos los gastos y la organización del congreso, todo ello con tres pequeñas comisiones (logística, científica y de difusión) y hay que decirlo, lo hicieron bien. Que hubo algunos despistes, pues, claro! Que se podía mejorar en algunas cosas, es lógico. Pero el balance debe ser, y es, altamente satisfactorio. Palabras hermosas del Ministro para finalizar: “Solo con las EOI es posible que no lleguemos a donde queremos llegar, pero sin ellas será absolutamente imposible, por eso, la mejor manera de celebrar el centenario es decir que ustedes están vivos, y además, que son imprescindibles”. El Ministro se comprometió a “estudiar con mucha atención las conclusiones que se deriven de esta reunión”. Esperemos que así sea, aunque con dos pequeñas medidas que tomara su Ministerio ya nos sentiríamos contentos: la primera, establecer la posibilidad de impartir y certificar el C1 en las EOI, y la segunda, la creación de una Comisión o Agencia nacional de certificación de EOI. Todo ello para que las comunidades que quieran participar lo puedan hacer, sin obligar a nadie. Se deberían tomar muchas más medidas, pero con esas dos nos daríamos por contentos. También habló Rocío Pérez, representante de la Asociación de Profesores de Escuela de Idiomas de Madrid (APEOIM) haciendo un llamamiento para que en las EEOOII se pueda impartir y certificar el conocimiento de idiomas en todos los niveles descritos por el MCERL: A, B y C. “El sueño de la APEOIM, es que en la Comunidad de Madrid, se pueda impartir y certificar el nivel C de lenguas, como ya se hace en otras comunidades autónomas”. El Director de la EOI de Madrid-Jesús Maestro, la heredera directa de aquella Escuela Central de Idiomas creada en 1911, resaltó la labor social que lleva realizando esta joven institución, que ya hace cien años se puso a la vanguardia de la enseñanza de idiomas. La primera ponencia estuvo a cargo de Raquel Vázquez, historiadora, traductora y editora, que trazó un interesante retrato de la evolución del papel de la mujer entre 1910 y 1936. La mañana finalizó con la ponencia de David Crystal con una amena y dicharachera presentación sobre la lingüística en internet, pocas veces un ponente consigue atraer la atención de 500 personas que llenábamos el salón de actos. Crystal nos animó a acabar con la consideración del lenguaje de internet como algo nocivo, que ataca los cimientos de la lengua tal y como la conocemos. De acuerdo con su experiencia, la aparición de internet no ha afectado significativamente a la lengua. En el plano del vocabulario, ha contribuido con unos 2000 neologismos, cifra insignificante, comparada con el millón de palabras que existen en inglés. En la ortografía y la puntuación, las diferencias pueden ser mayores, pero no traspasan las fronteras de internet o los mensajes de texto. Citando estudios realizados con niños y adolescentes, Crystal tranquilizó a aquellos que temen que internet y sus nuevas maneras corrompan nuestro sistema lingüístico; las generaciones de internet, aquellas nacidas a partir de 1990, tienen muy claro que ciertos usos de la lengua pertenecen sólo a ese medio. Ni abreviaturas, ni emoticones se pueden usar en un trabajo de clase o en un examen, repiten los más jóvenes. Otro dato curioso que resaltó el célebre autor, es que a medida que los adolescentes van creciendo, va disminuyendo proporcionalmente el número de abreviaturas que utilizan en mensajes de texto o de twitter. En resumen, una ponencia ágil, amena, que desterró de una vez por todas, el temor de que internet arruine la lengua “de los libros”. El jueves a la tarde comenzaron los más de cien talleres, charlas y comunicaciones, que se desarrollaron hasta el sábado a la mañana. Fueron muchos los compañeros y compañeras de otras EOI que acudieron con sus aportaciones frescas, con lo mejor de su experiencia docente por si pudiera ser de nuestro interés en nuestro camino de mejora en la profesión. A destacar la importante presencia de nuestros compañeros catalanes que ofrecieron más de diez ponencias y comunicaciones. También el profesorado de Jesús Maestro compartió sus vivencias docentes en más de cinco talleres. La EOI de Pamplona aportamos nuestra experiencia en el congreso con la participación del profesor Michael McGrath, del departamento de inglés, en una comunicación sobre la evaluación de la expresión oral en niveles avanzados; la profesora Mónica Díez, del departamento de alemán, que participó en una mesa redonda sobre formación del profesorado; Yolanda López, del departamento de francés, y Patxi Telletxea, profesor del departamento de euskera, que participaron en la mesa redonda final sobre las certificaciones de EOI y su futuro. Es difícil contar todo lo acontecido, como siempre entre taller y taller tuvimos tiempo de charlar los viejos conocidos de estos saraos, como siempre fue un placer charlar y compartir preocupaciones mutuas con Emilio (Albacete), Norberto (Las Palmas), Pepa (València), Gloria (Castelló), Terencio (Drassanes), Pilar, Rocio y Rosa (Madrid), Juan Ramón y Cristina (Lleida), Josu (Irún), Isabel (Santander), Miren (Bermeo), Isabel (Palma), Nadine y Elvira (Tudela). Como siempre fue un placer escuchar a Joan Ramón Zaballos y su concepto de EOI como comunidad; a Juan C. Moreno Cabrera sobre la grandeza y pequeñez de las lenguas, me emocionó su recuerdo al periódico Egunkaria. Neus Figueras estuvo brillante en su reflexión sobre las certificaciones de las EEOOII. Tomamos nota de que no tenemos que “ver los toros desde la barrera”, aunque debe tener en cuenta que existen comunidades donde los docentes están toreando los toros bravos “en pelotas”, sin coso taurino siquiera, es decir, con muy poca implicación por parte de las comunidades autónomas en posibilitar los medios para que las pruebas unificadas sean de calidad. El taller La asamblea de APEOIS se desarrolló con una sorpresa para la delegación navarra, la propuesta para que nuestra comunidad acoja el VIII Congreso, después de estudiarlo en la APEIONA, tenemos que daros una buena noticia: el año 2013, el VIII Congreso de EOI se celebrará en Pamplona, en la vieja Iruñea, estáis todos y todas invitados a conocer nuestra antigua Iruñea, posteriormente conquistada por los romanos y renombrada Pompaelo. No tengáis duda de que prepararemos todo con sumo cariño. La verdad es que volvimos de Madrid con una sensación de que cada vez nos parecemos menos las EOI. Cada vez las fuerzas centrífugas se imponen sobre las centrípetas, cada vez nos diferenciamos más las EOI entre nosotros mismos. La pregunta del millón sería: ¿Qué tenemos en común todas las EOI? Y la respuesta: el nombre y que el profesorado es un mismo cuerpo docente. Veamos las diferencias cada vez más abundantes: solo unas pocas comunidades imparten y certifican C1, las demás solo hasta B2, alguna imparte el C2; algunas comunidades tienen 25 alumnos por aula, otras 30, algunas llegan hasta 45 alumnos; en algunas comunidades al profesorado interino no se le pagan las vacaciones de verano; algunas comunidades no tienen pruebas unificadas; otras comunidades no han desarrollado el currículo de los niveles que están impartiendo; algunas comunidades imparten 110 horas lectivas, otras llegan a 140 horas; algunas comunidades imparten el nivel intermedio en dos años, otras lo hacen en un único año… Al volver teníamos una sensación de que estamos en unos reinos de Taifas en los cuales cada Administración Autonómica define y trata a las EOI de una manera bastante diferente. Creo que ha llegado la hora de que tengamos en cuenta a las EOI en el puzzle de la enseñanza de idiomas porque como señalaba el Ministro, las EOI debemos seguir participando como siempre A la vuelta, Olga Fernández, vicepresidenta de la Asociación de Profesores de Escuelas Oficiales de Idiomas de Madrid (Apeoim), trasladó al Ministro en una carta, las conclusiones del Congreso. Resumen acertadamente lo reflexionado en el VII Congreso. |
¿Qué es lo que más. |
.me gustó del congreso? |
Text: Michael McGrath |
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Entre varias cosas, la posibilidad de salir del aula (donde me encuentro como un pez en agua) y del centro y ver que soy parte de algo mucho más grande. Aunque sabes que hay un gran número de EEOOII en el estado, verlo “en directo” es realmente motivador; ver que hay otras muchas personas con las mismas inquietudes y las mismas ganas de aprender y compartir como tú. En cuanto al programa, destacaría la sesión plenaria de David Crystal quien habló sobre “Internet Linguistics”. Fue muy entretenida, y de paso, dio una clase magistral sobre cómo hablar en público (aunque mucho de lo que dijo no era nuevo para mí dado que había leído su libro “Txting: the gr8 db8”). Lo más interesante fue la idea de que los más jóvenes son, hoy en día, hablantes nativos de Internet. Una comunicación que destacaría sería la que dio la profesora Ángela Carretero Rödel (EOI Barcelona-Drassanes) que trató el siguiente tema: “La investigación en el aula para crecer como profesional.” Lo que hacemos como profesores en el aula no tiene que ser sólo una cuestión de intuición sino investigación-acción basándonos en el modelo A-L-A-C-T (es decir, action> looking back > awareness of essential aspects>creating alternative methods of action>trial). ¿Cómo habéis visto la situación de las EEOOII en el resto del estado? ¿Algún contacto en especial a reseñar? Si se celebrara el próximo congreso en Pamplona, ¿qué incluirías de lo que no viste/oíste en Madrid?
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.Las EOI's y sus exámenes | |
Texto: Yolanda López |
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¿Sabíais que estamos haciendo 17 veces lo que podíamos hacer 17 veces mejor y 17 veces más rápido y más barato? Pues así es. Somos 17 Comunidades Autónomas y las 17 tenemos 17 exámenes diferentes y 17 maneras de hacerlos. Y eso no es lo más grave, me dirán con razón muchos, tenemos planes de estudios distintos, impartimos incluso niveles distintos…. ¿Help? ¿Hay alguien ahí? ¿Me recibes Houston? Torre de control llamando a tierra. ¿Podría alguien poner orden en la sala, por favor? Ese fue el mensaje de socorro que intentamos transmitir desde Navarra cuando en el congreso de Madrid propusimos una mesa redonda sobre las certificaciones de las EOI’s. Yo que soy nueva en estas lides empecé a abrumarme cuando este año me tocó encargarme de ciertas labores de la validación. Hasta entonces creía que lo de hacer exámenes era una acto banal, coser y cantar: das unas clases y al final les pones una pruebica para ver si han estudiado los mocetes. ¡Que te lo has creído! Hay libros y más libros sobre el asunto, ríos de tinta, bosques de papel. Sabios y más sabios que estrujan sus meninges a diario para conseguir exámenes exactos, calibrados, especificados, pilotados y calculados. Por cierto, que los sabios están asociados en un grupete de alto copete muy prestigioso y se sacan una buena pasta a costa de vender exámenes bendecidos con todos los sacramentos. ¡Basta de bromas! Alguien podría pensar que tengo algo contra ALTE y nada más lejos. Me parece maravilloso que gente brillante se dedique a los idiomas aunque sea a la parte más fea y desabrida que es la evaluación. No tengo nada contra la idea de que nuestros exámenes estén sujetos a las más estrictas normas de control si con eso, nuestra querida institución, las Escuelas de Idiomas, se hace más fuerte, más justa y más solvente y nuestros diplomas ganan en credibilidad y reconocimiento. Si hay que implementar medidas de control que se implementen. Ahora bien, ¿tú sabes el trabajo que lleva hacer las cosas con tanto esmero? Como bien decía Neus Figueras tan sabiamente, no basta con poner en marcha un protocolo de control de calidad, hay que poder mantenerlo en el tiempo. Y eso lo dice alguien que viene de una comunidad donde su protocolo de creación y validación de pruebas es de quitarse la boina, y por eso me legan más si cabe sus palabras, porque entiendo que son sensibles a la necesidad de ahorrar esfuerzos innecesarios y a la reivindicación de ganar todos unidos excelencia y crédito para nuestras Escuelas. Junto a mis compañeras de Cantabria, a las que aprovecho para mandar un saludo, estuvimos haciendo un sondeo para ver como funcionaban los protocolos de pruebas certificativas por las distintas regiones: ¡No había dos iguales! Unos con más dinero, otros con bien poco y algunos con nada, o sea sin pruebas unificadas ni validadas, ni homologadas, nada. Esto es un caos, un tocamerroque, un desgobierno escandaloso. A ver si con el tema de que cuesta 17 veces más caro y es 17 veces peor convencemos a nuestros gestores. Hay un problema, busquemos la solución: ¡Creemos una única Comisión de exámenes EOI con voluntarios experimentados, reconocidos, autorizados y bien remunerados que hagan algo bueno para todos! Es cierto que perderemos en independencia pero ganaremos tantas cosas… Es cierto que cada Escuela tiene alumnos distintos pero al fin y al cabo el objetivo de nuestros títulos es el mismo, acreditar, al final, que el alumno puede usar con éxito la L2 para las necesidades del mundo laboral o académico. Además, no olvidemos que las pruebas productivas seguirán teniendo ese marcado carácter intuitivo por el que uno tiende a ajustarse al nivel de los alumnos que tiene. ¿Y quién va a querer cargar con la responsabilidad de las pruebas y hacer de capacico de todas las críticas? Gracias Neus, espero que no me guardes rencor por citarte tanto. Pues gente con mucho valor y amor al arte y alguna buena recompensa, claro. Criticar criticaremos pero muchos sabrán reconocer su trabajo y valentía. Vamos a ver si juntos podemos hacer algo. De momento, para mí, ya fue muy reconfortante ver que el sábado, en Madrid, todos respirábamos un mismo anhelo. Desde el País Vasco me ha llegado una invitación para reflexionar e iniciar algún tipo de colaboración. Quizás, si cunde el ejemplo, empezando por objetivos más modestos, consigamos pronto tener certificaciones tan potentes como las de Cambridge, o más. |
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