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Adolfo es un muchacho serio y cabal que viene a mi clase de inglés, cada mañana con puntualidad británica. Sabiendo como sé que desayuna a diario con el New York Times no podía imaginar que mi compañero, mi "buddy", el que me coge los apuntes, era en realidad un fotógrafo aventurero que se pasea por el mundo capturando imágenes llenas de color.
Adolfo, dónde andas, hace días que no te vemos, ¿qué vas a tomar?
Pues un kaiku de chocolate, por tomar algo. No soy yo de bares, acabo de volver de Senegal.
Vaya, cómo vivimos ¿y por qué Africa?
La descubrí por casualidad, en un museo, pero me marcó. Mi primera exposición la filmé en Senegal.
¿A estas horas, qué se desayuna por allá?
Creo que muchos sólo comen una vez al día.
Y de fotos, ¿has hecho alguna buena?
No me gusta echarme flores pero he vuelto muy satisfecho. Para julio tendré preparada la exposición. Esta vez en mis fotos hay más contenido humano. He pasado mucho tiempo conociendo gente, charlando, compartiendo su mesa y, accesoriamente, haciendo fotos.
¿Es fácil hacer amigos por aquellos lares?
Pues sí, cuanto más avanzada una civilización, más deshumanizada. Ellos son muy abiertos, muy humanos, la relación es muy fácil, tienen poco pero te lo ofrecen con gusto.
¿Llevabas alguna idea preconcebida o te ha sorprendido?
Hay fotógrafos privilegiados que encuentran cosas sorprendentes sin salir de casa; sin embargo, lo normal es que el ojo se acostumbre y no vea. En Senegal todo es sorprendente. La luz es increíble, intensa, difícil pero con tantas posibilidades…
¿Llega uno a olvidar la distancia entre el blanquito rico y el negrito pobre?
Yo me he sentido completamente integrado la verdad aunque pertenecemos a mundos aparte.
¿En qué idioma os entendíais?
He refrescado mi francés del bachillerato. Los senegaleses hablan el francés con pocas palabras y mucha mímica. Es su lengua segunda; siempre es más fácil hablar inglés con un finlandés que con un británico.
¿Tuviste algún malentendido por no conocer los usos y costumbres?
Como en muchas zonas las mujeres pasean con el torso desnudo pensé que, en general, no le daban importancia, se me ocurrió pedírselo a una bella amiga y se lo tomó muy mal. Le resultó humillante porque estaba casada y me costó convencerla de que mi intención era sólo estética.
Que tal posan los senegaleses, ¿son fotogénicos?
Muchísimo, el senegalés es muy elegante, hay gente muy guapa y muy peculiar.
Y la crisis, ¿que tal lo lleva la fotografía?
Pues mal entre los recortes de presupuesto y la digitalización…
No es por amargarte pero los exámenes están al caer, ¿aprobaremos?
Yo a clase he venido porque el profesor es una maravilla pero el homework …
Ando liado. Por lo menos lo habremos pasado bien. ¿no te parece?