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.Historias del otro lado |
Texto: Michael McGrath |
Experiencias de un profesor de Inglés como alumno en una clase de Euskara en la EOIP... |
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Se dice que el papel de la enseñanza facilita y hace más eficaz el proceso del aprendizaje, es decir, aprender es más fácil si alguien te enseña. En el aula de lenguas extranjeras se establecen, a menudo, una serie de procedimientos y estrategias en los cuales los profesores y/o libros de texto proporcionan reglas explícitas o explicaciones con el fin de ir aclarando las incorrecciones por parte de los alumnos. Tales estrategias nos dan información acerca del idioma y quizás ayudan el aprendizaje pero no la adquisición, como diría Krashen. Tales actividades pueden ocupar un porcentaje importante del tiempo de clase y hasta cierto punto, es algo que los alumnos adultos esperan porque forma parte de sus expectativas. Curiosamente, como he indicado en otros artículos, no existe evidencia empírica de que los conocimientos explícitos sirvan de ayuda en la producción espontánea de una lengua. Estas reflexiones me surgieron al cabo de unas clases en las cuales estábamos trabajando con las formas indeterminadas ("mugagabea") que se emplean cuando aquello que nombramos no es concreto o no es del todo conocido. Yo, sin indagar demasiado en el asunto, había formulado mi propia regla, una regla provisional como son, o deben ser, casi todas las reglas para las personas que se encuentran en el proceso de aprendizaje. A raíz del número de errores que salieron durante la corrección de algunos ejercicios y la frustración resultante de algunos de mis compañeros de clase, el profesor nos facilitó generosamente un resumen de cómo funcionan las "mugagabea" y con mucha paciencia nos dio más explicaciones. Pero, fue precisamente entonces cuando me empezaron a entrar las dudas y los líos gramaticales. Como profesor, soy muy reacio a dar muchas explicaciones. Los alumnos, a veces, nos piden reglas infalibles y seguras para no cometer errores –pero esta exigencia no es muy realista. Ahora os voy a contar algo con que, a lo mejor, os sentís muy identificados. El otro día en clase el profesor nos puso una tarea de comprensión auditiva tal y como ponen en el examen de intermedio. Antes de poner el CD, nos preguntó quién era Amets Arzallus y yo contesté sin pestañar que era un bertsolari. Yo había seguido, no con poco interés, la final de bertsolaris en la televisión, campeonato que ganó Maialen Lujambio. Nos entregó la hoja con las preguntas (elección múltiple) y fue cuando me empezó a mosquear. No encontré ninguna referencia al bertsolarismo. Al oír el texto la primera vez lo encontré bastante soso. La entrevistadora parecía inexperta haciendo algunas preguntas, a mi modo de ver, poco relevantes. No me sentía suficientemente motivado y no era capaz de encontrar ese plus de concentración o de esfuerzo para intentar contestar las preguntas correctamente. Quizás si hubiera oído la entrevista en la radio en casa mientras desayunaba hubiera puesto más interés. Pero, claro, la situación de un examen es bien distinta. Tendría que practicar esto más y utilizar una serie de estrategias para acercarme al texto antes y mientras lo escucho. Qué gracia ¿no? No parece tan difícil desde la mesa del profesor. Y siempre me ha parecido que algunos alumnos son unos quejicas cuando les pongo algo para escuchar… De nuevo, quiero agradecer a mi profesor y a mis compañeros de clase su paciencia y su apoyo. Hasta la próxima. Gero arte eta ondo pasa Aste Santuan. |