.Editorial

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Texto: Yolanda López.

 

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Venirse arriba

Sorry for the time!, cuentan que le dijo Sarkozy a Hilary Clinton al recibirla en las escaleras del Elíseo, para pedirle perdón por la lluvia que caía, mientras posaban sonrientes ante la prensa. En el mismo idioma, dicen que Zapatero se lució con un: Sorry for the weather!, en la cumbre de Copenhague, a modo de excusa por llegar tarde.

El pobre ZP, avergonzado, no reparó que en aquel lapsus inocente, no sólo asumía su falta de puntualidad, sino que se hacía responsable de todo el recalentamiento global del universo. Hablar inglés nos pone tensos, y en esto, como en tantas cosas, nada tenemos que envidiar a nuestros vecinos los galos.

 

El azoramiento provoca en el individuo reacciones curiosas. Esta mañana venía yo pensando en los niveles del Marco y en lo difícil que es separar uno del otro y, sin más, me he descalabrado por la escalera. Que si la lluvia, que si el tacón, me he atizado una castaña en la espinilla y he dicho ¡¡Joder!! con toda mi alma.

Molesta por la brutalidad de mi reacción, muestra inequívoca de mi falta de refinamiento y mi baja extracción social, me he recompuesto dolorida diciendo: ¡Ay que leche me he dado en la espinilla! Así, en lugar de pasar desapercibida, los que ni se habían fijado, han acabado por enterarse.
Yo, muy tiesa, he seguido escaleras arriba, como si nada, arrastrada por el flujo humano, avanzando airosa por un piso que no era el mío. Al reparar en el error, me ha brotado un rotundo: "Pero, donde c... andas tía" y, acto seguido, para adornar la banda sonora de mi desgracia, me he sorprendido silbando furiosa: "pajaritos por aquí, pajaritos por allá...". Melodía espeluznante que aborrezco, ¡el fantasma de mis veraneos en Benidorm!

"Pero nana, ¿quién te va a mirar? Te miras tú, que te miras mucho, y poco más" Mi amiga la rubia es mi vacuna contra el pudor. Tiene un inglés de A2 y para de contar: comprar el tique, comerse un sándwich y pedir la hora. Ahora bien, como se crezca, no hay quien la pare: se viene arriba, pregunta lo que sea a quien sea, te cuenta su película y siempre encuentra lo que busca.

Lo de los niveles es muy elástico, mi amiga dando la tabarra tiene un B1 y, si se lo propone, hasta un B2. La Esteban será la Princesa del Pueblo pero mi rubia es la Reina del Marco. Este año se viene conmigo de viaje, ¡que le da pena dejarme sola! ¡Miedo me da!

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