1)
Soy consciente de cómo aprendo mejor:
El término estilo de aprendizaje es clave en esta
cuestión. Se refiere a una predisposición individual de
aprender de una manera determinada. Se podría afirmar que, probablemente,
las preferencias de una persona en concreto se aplicarían a todos
los aspectos de su aprendizaje, no sólo a las segundas lenguas.
Cuando hablamos de estilos de aprendizaje, normalmente, empleamos varios
términos que caracterizan los estilos preferidos de nuestro alumnado.
Por ejemplo, de la programación neuro lingüística
tenemos visual, auditivo y kinestético:
Si eres una persona que aprende con mucha más facilidad si la
información se presenta por el canal visual, pues eres una persona
visual. Deberías hacerte muchas preguntas sobre como
aprendes. Te doy algunos ejemplos: ¿Eres tolerante de la ambigüedad?
Es decir, que no tienes ningún problema en aceptar que has entendido
algo de una manera incompleta o provisional? ¿O te costaría?
¿Eres una persona analítica, que sueles analizar todo
desde un punto de vista muy formal? ¿O eres más intuitiva
y prefieres participar en actividades con otras personas como role-plays
conversaciones etc.?.
Igual tienes una
idea muy clara de cómo aprendes idiomas pero si es así,
¿este conocimiento se traduce en una mejora en tu comprensión
y uso del idioma que estás aprendiendo? Hay que tratar esta cuestión
con mucha cautela. Por ejemplo, a la gran mayoría del alumnado
le gusta hacer actividades que hace bien. Es más difícil
de lo que parece averiguar si tus preferencias ayudan a lograr un aprendizaje
más efectivo. ¿Será suficiente tomar como referencia
las notas que sacas en las pruebas y controles de clase? Obviamente,
se trata de información importante pero no debería ser
la única consideración. Si vivieras en el país
donde se habla el idioma que estás estudiando (y claro en este
caso, el alumnado de euskara tiene mucha ventaja) podrías ver
tus progresos de la manera más inmediata. Aunque sea difícil,
intenta buscar maneras de medir tus progresos cuando utilizas el idioma
meta fuera del aula. Tendrás oportunidades para hacerlo en diferentes
situaciones; en el trabajo (cartas, visitas, llamadas telefónicas)
o en el tiempo de ocio (películas, lectura, música) o
cuando recurres a Internet (correo electrónico, chats, etc.)
Utiliza estas situaciones para ver si logras entender más o expresarte
con mayor éxito. Además, intenta ser positivo/a.
2)
Sé lo que más me motiva:
La motivación es clave en el aprendizaje de idiomas o en cualquier
aprendizaje. Por encima de la inteligencia. Aparte de lo que puede motivar
la clases presencial, creo que lo que más motiva a un/a alumno/a
es que vea que aprende. Vamos a ver unos ejemplos concretos. Imagina-
mos que quieres superar una dificultad específica (no entiendo
nada las cintas de clase a pesar de hacer trabajo de preparación
antes de escuchar) y no sabes qué hacer. Con la orientación
de tu profesor/a (igual la dificultad es debida a falta de conocimientos
fonéticos o igualmente puede ser una cuestión de expectativas
equivocadas) llegas a dar más sentido a la manera de utilizar
los materiales que tienes a tu disposición en la Sala de Recursos
o en casa. Esto me parece una experiencia muy motivador y demuestra
lo que es el trabajo al unísono con el/la profesor/a. El aprendizaje
autónomo no tiene que significar trabajo en aislamiento.
3)
Puedo organizar mi aprendizaje con efectividad:
Para trata esta cuestión voy a referirme a dos aspectos del aprendizaje.
El léxico y la expresión escrita. ¿Cómo
organizas el vocabulario nuevo que encuentras en clase o fuera de ella?
¿Apuntas todo en orden cronológico para volver a estudiarlo
cuando toca un examen? Espero que no. Tendrás un cuaderno (o
documento en el PC) cuyas páginas están dedicadas a una
amplia gama de campos semánticos (Comida, Salud, Deporte, Trabajo,
Viajar, Compras etc) y dentro de cada campo tendrás sub categorías.
Por ejemplo, Deportes Un alumno estudiando Español
para extranjeros podría tener algo así. Gente
de deporte (árbitro, juez de línea, aficionado,
espontáneo, preparador físico, seleccionador
) Lugares
(pista de tenis, cancha, campo de golf, pista de hielo
) Equipamiento
(gafas, casco, espinilleras, pala
) Adjetivos (un partido muy disputado,
un delantero fornido, un espectáculo bochornoso
) Verbos
(empatar, amonestar, animar
) Cada palabra o expresión será
acompañada de una frase en contexto.
Cuando te devuelve
tu profesor/a la redacción corregida (o corregida de tal manera
que tienes que volver a escribir de nuevo aquellas frases o palabras
mal escritas) ¿qué haces? ¿La guardas en tu carpeta?
Lo que podrías hacer es apuntar algunos errores en la hoja o
el documento de tu PC denominada Errores importantes. Apuntas
lo incorrecto en una columna (No creo que las empresas cambian
esta política) y lo tachas con una sola línea y
pones la versión correcta en la otra (No creo que las empresas
cambien esta política). También podrás apuntar
aquellas palabras que, aveces, causen problemas en la hoja/el documento
que has creado denominado/a Contrastes (p.ej. asistir
y atender Poca gente asistió a la reunión
En esa oficina me atendieron bien.).
7)
Sé cómo mejor aprovechar las clases:
Algunos consejos. Participa plenamente en la clase (participando en
las actividades para desarrollar la expresión oral, escuchando
a tus , animándoles o pidiéndoles ayuda. También
es fundamental preguntar a tu profesor/a el porqué de las actividades
que propone. Si no entiendes por qué haces algo difícilmente
sacarás provecho de ello. En este sentido, es necesario perder
el miedo en estas situaciones. Si el/la profesor/a propone escuchar
un texto de audio por tercera vez, y no ves la razón por ello,
pídesela. La explicaciones pueden ayudarte a la hora de trabajar
fuera del aula. Igual puedes seguir el mismo procedimiento que se hizo
en clase cuando te enfrentas a un artículo en la lengua meta.
Hay personas que creen que deberían estar en un nivel más
alto pero por razones burocráticos no es posible y , a veces,
se sienten algo frustrados. A estas personas les diría lo siguiente.
(y animaría al profesorado a ayudar en este sentido) Imaginamos
que en una clase de inglés se está trabajando el verbo
be + adjetivo. I´m cold (Tengo frío)
I´m thirsty (Tengo sed) Se ve que en castellano la
expresión corresponde a tener + sustantivo.
Hay cantidad de
conceptos que se expresa así (be + adjetivo (inglés)/
tener + sustantivo (castellano)) Tengo sueño, suerte, miedo,
prisa, celos, recelo etc. Los/las alumnos/as más capaces podrían
explorar esta posibilidad. Incluso, el alumnado de euskara de niveles
elementales podría investigar un poco también Por ejemplo,
se dice Hotza daukat (Tengo frío) pero
en Vizcaya es muy normal Hotz naiz. (y más
Beldur
naiz, Gose naiz, Logure naiz etc.) Así
que siempre se puede aprender más partiendo de una base sólida.
A veces los descubrimientos serán de tipo léxico, otras
veces fonético o gramatical etc.
Para 8) a 11)
lee los artículos que he escrito par esta sección en los
números anteriores de Vox Populi.
12)
Se puede trabajar el campo de la pronunciación:
de una manera
tan disciplinada como el de la gramática. Hay muchas reglas en
la pronunciación también. No es sólo cuestión
de tener o no tener un don. Se puede mejorar en todo. Es cuestión
de saber en qué aspectos tienes dificultades y qué estrategias
puedes utilizar para mejorar. Es necesario saber a qué materiales
puedes recurrir y cómo utilizarlos de la manera más idónea.
Tu profesor/a te puede orientar en esto. Pregunta a tus de clase qué
hacen para mejorar la pronunciación.
13)
Tengo suficientes destrezas para investigar
Si, a raíz de una corrección o lectura de un artículo,
descubres algo (un punto de gramática o un dato sobre la cultura
de la lengua meta) que te llama la atención ¿sabes dónde
mirar para saber más sobre este punto y practicar más?
¿O esperarías hasta tener clase de nuevo? ¿Sabes
cómo sacar el mayor provecho del (de los) diccionario(s) que
sueles utilizar? ¿O del libro de gramática? ¿Sabes
a qué sitios en Internet puedes recurrir? Si no, ¡entérate!
* * *
He querido aquí
aclarar lo que puede hacer una persona que aprende idiomas en colaboración
con tu profesor/a y lo que puedes hacer por tu cuenta. Ser consciente
de lo que haces, porqué y cómo lo haces es imprescindible
para ello. Aparte, es importante tener estrategias de aprendizaje eficaces
que son fáciles de seguir y de poner en práctica. Y no
olvides disfrutar de la experiencia de aprender idiomas.