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.Nivel Avanzado: ¿B 2 o C 1?

Texto: Juan José Cogolludo · Vicedirector

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Algunas personas podrían decir, y dirían bien, que están cuanto menos aburridas por todo lo que ha llovido respecto a la conveniencia de situar o establecer los niveles de las nuevas enseñanzas de Escuelas Oficiales de Idiomas, cuya implantación veremos en los próximos cursos. S

in embargo, el tema es de tanta importancia para toda la comunidad educativa, que verdaderamente merece la pena debatir hasta la extenuación, aunque sólo sea por lo mucho que todos nos jugamos en esta lid, sin menoscabo de los principios pedagógicos que cada profesor alberga en su convencimiento de lo que debe representar cada nivel, y que por ende, debe defender con argumentos sólidos.

 

En un artículo publicado en el número anterior de esta revista, defendía que el nivel Avanzado debería corresponderse con el B2/B2+, sin embargo, y después de distintas lecturas, consultas, reflexiones personales y un estudio más pormenorizado de los niveles y su contraste con exámenes de otras instituciones, he llegado a la conclusión de que nuestro Nivel Avanzado debería situarse en un C1. Es posible que haya que aumentar el número de horas en varios idiomas pero creo que es conveniente articular las medidas que sean necesarias para evitar quedarnos descolgados del ámbito europeo.
Cuando hablamos de niveles y con el fin de saber cuáles son esos niveles a efectos de objetivos siempre los relacio
namos con los niveles comunes de referencia descritos en el Marco común europeo de referencia para las lenguas: aprendizaje, enseñanza, evaluación (en adelante MCER).

Para muchos colegas, la opción es que el Nivel Avanzado se defina con respecto a lo que supone un B2 del MCER, es decir, de un usuario independiente, nivel que Wilkins ha descrito como “Dominio operativo limitado”, y Trim, como “la respuesta adecuada a las situaciones normales”.
Éste es precisamente el nivel que la inmensa mayoría de Escuelas Oficiales de Idiomas declaran, consideración obviamente subjetiva, cuando relacionan el nivel del Certificado de Aptitud del Ciclo Superior actual con referencia al MCER. Si este nivel se consigue –bien es cierto que no lo consiguen todos los alumnos que quisiéramos– al finalizar una enseñanza que está fijada en cinco cursos académicos, cabría esperar, que con las nuevas enseñanzas, que prevén seis cursos académicos, el nivel que deberíamos alcanzar también fuese un poco más alto.
Son muchas las razones que pueden posibilitar la consecución de una meta más alta, esto es, llegar a un nivel de C1. Este nivel se encuadra dentro de lo que sería un usuario competente y se define como “Dominio operativo eficaz”, y que representa un nivel avanzado de competencia apropiado para tareas más complejas de trabajo y de estudio.
Sin ánimo de ser exhaustivo mencionaré algunas: en primer lugar cabe mencionar la propia ilusión y motivación que debemos imprimir a nuestros alumnos, ciertamente esta premisa no es ni cuantificable ni se puede medir a priori, sin embargo, creo que en cualquier faceta de la vida son necesarias buenas dosis de esta medicina si realmente queremos conseguir algo.
El alumno ha de ser consciente de que el esfuerzo ha de ser integral, tanto en su comportamiento en el aula como en el aprendizaje independiente; no estamos diciendo que el alumno sea autodidacto, pues si fuera así no vendría a la escuela, pero sí decimos que se ha de implicar más. El nuevo papel del alumno, con un grado más alto de independencia tal y como propugna el MCER, nos ayudará también a conseguir una mayor implicación por su parte.
En un mundo cada vez más globalizado, al que nuestros alumnos no son ajenos, se disponen de muchas posibilidades para el autoaprendizaje, por citar algunas: películas, DVDs, Internet, libros de toda índole para leer,
viajes, los recursos son casi infinitos. Sería un craso error pensar que todo lo que nuestros alumnos saben lo han aprendido en nuestras aulas. No son alumnos burbuja que sólo aprenden lo que se les enseña en el microcosmos que cada día nos esforzamos en crear y representar con las mejores de las intenciones.
Uno de los ejes principales sobre los que pivota el MCER es precisamente el del autoaprendizaje, fundamentado en el espítiru del Consejo de Europa cuando habla del aprendizaje de idiomas a lo largo de toda su vida.
En cualquier caso, el hecho de que el Nivel Avanzado se establezca en un C1 no puede perjudicar a nadie, más bie
n al contrario. Se trata de disponer de un recorrido o amplitud de niveles lo más extenso posible para poder así satisfacer cuantas más demandas de la sociedad mejor. Estamos para servir a la ciudadanía, que por la pura dinámica de la sociedad es cada vez más exigente.
En la actualidad hay numerosas escuelas que no imparten el Ciclo Superior de muchos idiomas, por lo que tampoco es condición sine que non que impartan el Nivel Avanzado, si no lo consideran oportuno. Se trata de que las escuelas que sí puedan y quieran no se vean constreñidas por unas imposiciones y limitaciones de las que a largo plazo nos podríamos arrepentir.
Por último, quisiera humildemente intentar rebatir un argumento que muchas personas esgrimen a la hora de argüir por qué no se debe llegar más allá del nivel de B2 en las nuevas enseñanzas del Nivel Avanzado. En efecto, se recurre al propio MCER para justificar esa postura. El texto que se cita reza así:

“la experiencia con escalas actuales sugiere que muchos alumnos tardarán más del doble en alcanzar el Nivel Umbral desde el Plataforma de lo que tardaron en alcanzar el Plataforma; luego es probable que necesiten más del doble de tiempo para alcanzar el Nivel Avanzado desde el Nivel Umbral de lo que tardaron en alcanzar el Nivel Umbral desde el Nivel Plataforma”.
Sinceramente, creo que esta descripción es cuanto menos ambigua puesto que ni aclara a cuántos alumnos se refiere ni define el tipo de alumnos que son. Debemos tener en cuenta el perfil de nuestros alumnos, adultos con una motivación intrínseca, y por tanto, que acuden a nuestras escuelas motu proprio y que encaran su aprendizaje de una forma responsable e independiente. Es de justicia resaltar, que sólo nuestros alumnos disponen de Escuelas Oficiales de Idiomas en toda Europa. Y esto es algo que debemos conservar, mejorar y potenciar, por el bien de nuestros ciudadanos.
Por otro lado, JA van Ek y JLM Trim, precursores del MCER, y autores de Threshold 1990 (Nivel Umbral – B1 con referencia al MCER) sostienen que, con una orientación adecuada, los principiantes absolutos necesitarían una media de 375 horas de aprendizaje, incluyendo el trabajo independiente,
para alcanzar los objetivos descritos para este nivel Threshold.
JA van Ek y JLM Trim, autores también de Waystage 1990 (Nivel Plataforma – A2 con referencia al MCER) manifiesta que serían necesarias entre 180-200 horas, incluyendo asimismo el trabajo independiente, para que los principiantes absolutos puedan alcanzar este nivel.
Otro ejemplo bastante significativo es la definición de niveles que realiza el Instituto Cervantes, aunque dice que los niveles de los Diplomas de Español y su equivalencia con el MCER están siendo objeto de revisión mediante procedimientos de verificación y validación de contenidos, indica que su posicionamiento ideal en el contexto del MCER sería el siguiente: los Niveles Inicial, Intermedio y Superior -que así se denominan sus distintos Diplomas– equivaldrían a los niveles B1, B2 y C2 respectivamente.  
Conviene aclarar, que el estar en posesión del Diploma de Español de Nivel Intermedio (B2), permite automáticamente acceder al Ciclo Superior de Escuelas Oficiales de Idiomas (B2, si se definiera finalmente el Nivel Avanzado de esta forma). Estaríamos ante un palmario contrasentido, que unos alumnos puedan matricularse en un nivel de conocimientos que supuestamente ya han adquirido.
Por citar otro ejemplo, los exámenes de Cambridge, con relación al MCER, han quedado como sigue: Key English Test, (A2); Preliminary English Test, (B1); First Certificate in English, (B2); Certificate in Advanced English, (C1); Certificate of Proficiency in English, (C2).
En cuanto a los objetivos correspondientes al nivel C2, se podrían enmarcar dentro del famoso y nunca desarrollado Segundo Nivel de Enseñanzas (Ley 29/1981, de 24 de junio - BOE de 16 de julio), mediante cursos monográficos, y así dar respuesta a todas las demandas que la sociedad plantea.
Se aportan más datos y argumentar muchas más razones pero creo que después de todo lo expuesto el corolario obvio debería llevarnos a fijar el Nivel Avanzado en un C1 con referencia a los niveles comunes del MCER.
¿Por qué debemos ser menos que otras Instituciones europeas? ¿Acaso nuestros ciudadanos no m
erecen llegar lo más lejos posible en el aprendizaje de lenguas en unas Escuelas Oficiales de Idiomas que quieren preservar y mejorar el prestigio labrado durante tantos años?
A veces, es imprescindible tener ciertas dosis de osadía y audacia, y este momento histórico en que vivimos, con la implantación de las nuevas enseñanzas y niveles bien merece esa apuesta. De lo contrario, podríamos lamentarlo …

A continuación se exponen los niveles comunes de referencia del MCER con el fin de que puedan ayudar al público en general a familiarizarse con esta terminología.

Los niveles comunes de referencia (MCER, 2001)

Parece que en la práctica existe un amplio consenso, aunque de ningún modo universal, respecto al número y la naturaleza de los niveles apropiados para la organización del aprendizaje de lenguas, así como respecto al reconocimiento público de los niveles de logro que pueden alcanzarse. No obstante, parece que un marco general de seis niveles amplios cubre adecuadamente el espacio de aprendizaje que resulta pertinente para los estudiantes de lenguas europeas respecto a estos fines.

•Acceso (Breakthrough), que se corresponde con lo que Wilkins denominó en su propuesta de 1978 «Dominio formulario», y Trim, en la misma publicación «Introductorio».

•Plataforma (Waystage), que refleja la especificación de contenidos del Consejo de Europa.

•Umbral (Threshold), que refleja la especificación de contenidos del Consejo de Europa.

•Avanzado (Vantage), que refleja la tecera especificación de contenidos del Consejo de Europa, nivel que Wilkins ha descrito como «Dominio operativo limitado» y Trim como «la respuesta adecuada a las situaciones normales».

•Dominio operativo eficaz (Effective Operational Proficiency), que Trim denominó «Dominio efectivo» y Wilkins «Dominio operativo adecuado», y que representa un nivel avanzado de competencia apropiado para tareas más complejas de trabajo y de estudio.

•Maestría (Mastery), (Trim: «dominio extenso»; Wilkins: «Dominio extenso operativo») que se corresponde con el objetivo más alto de los exámenes en el esquema adoptado por ALTE (Association of Language Testers in Europe). Se podría ampliar para que incluyera la competencia interculturamás desarrollada que se encuentra por encima de ese nivel y que consiguen muchos profesionales de la lengua.

Cuando observamos estos seis niveles, sin embargo, vemos que son interpretaciones respectivamente superiores e inferiores de la división clásica de básico, intermedio y avanzado. Además, alguna de las denominaciones que se han dado a las especificaciones de niveles del Consejo de Europa resulta muy difícil de traducir (por ejemplo, Waystage, Vantage). Por tanto, el esquema propuesto adopta un principio que se ramifica en «hipertextos», desde una división inicial en tres niveles amplios: A, B y C:

A
B
C
Usuario Básico
Usuario independiente
Usuario competente
A 1
A 2
B 1
B 2
C 1
C 2
Acceso
Plataforma
Umbral
Avanzado
Dominio operativo eficaz
Maestría