.Editorial

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Texto: Juan José Cogolludo · Vicedirector.

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Cambios profundos

Hace tan sólo unos años recibimos con entusiasmo la aparición del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, para los profesores de idiomas ha supuesto un conjunto de herramientas de la máxima utilidad, tanto en la enseñanza de la lengua como en la evaluación; podríamos decir que se trata de nuestro particular vademécum en muchos sentidos.

Ahora afrontamos un cambio muy importante para las Escuelas Oficiales de Idiomas de Navarra, cuales son las pruebas unificadas de Ciclo Superior, precedidas éstas por las de Ciclo Elemental ya implantadas y en pleno rodaje desde el curso 2002-03.

El ya más cercano y para muchos temible mes de junio, nos traerá el mismo examen para todos los alumnos de la Comunidad Foral, lo cual hay que valorar de una forma positiva porque todas las personas que consigan el Certificado de Aptitud habrán pasado por filtros idénticos; se trata pues de certificados totalmente homologables en términos reales y que dan mayor credibilidad y validez a las mencionadas pruebas de Ciclo Superior. Sinceramente creemos que todo este proceso, que se inició durante el curso 2002-03 con las distintas comisiones de trabajo coordinadas por el Departamento de Educación y que culminan ahora con estas pruebas unificadas, redundará en beneficio de todos los alumnos.

Todo esto conlleva una ingente tarea de organización y elaboración de distintos materiales, documentos y pruebas de evaluación, en la que los distintos departamentos didácticos juegan un papel destacado y conviene reconocer la labor abnegada de todos los profesores que en el día a día han de conjugar toda esta labor con la esencia de su profesión, es decir, la docencia y la atención a sus alumnos, que el la parte más gratificante de todas cuantas funciones ha de realizar, especialmente cuando ve progresar a sus alumnos.

En el anterior número hacíamos una mención significativa a la Sala de Recursos, pues no era para menos, hoy ya podemos decir que su creación bien ha merecido la pena a juzgar por los muchos alumnos que se están beneficiando de dichos recursos educativos. La Escuela está haciendo un esfuerzo para dotarla de materiales y paulatinamente se verán los resultados.

Por último, y no por ello menos importante, queremos desde nuestra Escuela contribuir con nuestra aportación a la celebración de la más universal de las novelas en lengua castellana y de la que este año se celebra su cuarto centenario. No es éste ni el sitio ni el momento adecuado para ni siquiera intentar un análisis mínimamente riguroso de la obra cervantina pero sí podemos decir humildemente que en todos nosotros anida algo de Quijotismo, encontrar el equilibrio entre la despiadada realidad y la maravillosa fantasía. Se trata de un libro prolíficamente didáctico y divertido cuya temática sigue en gran medida vigente hoy en día y cuyo personaje principal ha superado a su propio creador. La búsqueda de la verdad y la justicia son dos de los más nobles objetivos por los que merecen la pena luchar. Sinceramente, para los que no lo hayan leído, ésta es una buena ocasión como cualquier otra para disfrutarlo.